Dr. Roberto A. Rodriguez Z.
Medicina interna y Estética
Una de las preguntas más comunes entre aquellas personas que optan por procedimientos estéticos, de rejuvenecer el rostro es: ¿Por dónde empiezo?. Lo que se hace contra el envejecimiento es una batalla común de mucha gente pero no todo el mundo necesita las mismas técnicas o procedimientos para ganarla.
El primer requisito a seguir para tener éxito es ponerse en manos de especialistas en tratamientos faciales. Ellos no solo pueden informar acerca de la gran variedad de opciones existentes sino que también pueden recomendar a cada paciente la más adecuada en función de las características de su piel (las cuales es conveniente analizar en un estudio previo a cualquier intervención).
Las posibilidades son muchas y éstas aumentan aún más si se combinan varios tratamientos. Por ejemplo un peeling químico o punta de diamantes para eliminar células muertas puede reforzarse con el uso de ácido hialurónico para reestructurar los tejidos consiguiendo así un efecto lifting.
La clave de cualquier tratamiento antiedad es dar armonía y viveza al rostro sin que pierda su expresión natural y para conseguir esto tienen que utilizarse los materiales más adecuados. Un peeling es un tratamiento estético que permite retroceder unos años en el calendario de la piel.
También para restaurar volúmenes se pueden utilizar técnicas como el bótox, el ácido hialurónico y la luz pulsada. Cada una de ellas incide de una manera en la piel: la luz pulsada elimina manchas y tensa la piel, el ácido hialurónico hidrata y la toxina botulínica trata las arrugas de expresión.
El resultado en cada caso dependerá de la edad y características del paciente pero también de la profesionalidad y pericia de los expertos que le hayan aconsejado un tratamiento u otro para después realizarlo de manera segura y eficaz.