¿Qué es el láser de CO2?
Es un dispositivo láser que emite una luz de una longitud de onda de 10.600 nm y cuya diana de impacto es el agua de los tejidos. Su aplicación sobre la piel produce la eliminación instantánea del agua tisular y la fulguración de la zona de impacto. Habitualmente se emplea para eliminar lesiones cutáneas exofíticas -que sobresalen- (queratosis seborreicas, fibromas, nevus melanocíticos intradérmicos, etc) o bien para realizar la destrucción de lesiones de profundidad intermedia como los xantelasmas, las hiperplasias sebáceas o los puntos de Fordyce. Sin embargo, posee muchas otras indicaciones. Entre ellas destaca la aplicación de la modalidad “fraccionada” del láser de CO2, que se emplea para el rejuvenecimiento de la piel y también para el tratamiento de cicatrices sea de acné, por quemaduras o quirúrgicas.
Con la modalidad fraccionada, en vez de emitir un único rayo de luz, este se divide en numerosos haces que impactarán dentro del área a tratar, dejando columnas de piel tratadas intercaladas con columnas de piel normal. El fraccionamiento del láser permite aumentar la seguridad y la comodidad del proceso conservando una elevada eficacia
¿Cómo actúa el láser de CO2 en las marcas de acné?
Su fundamento es sencillo, ya que simplemente “quema” la zona donde impacta la luz por evaporación del agua. Por el contrario, la zona contigua donde no impacta luz permanece en su estado basal sin ser tratada. Esto implica que en las columnas de piel donde actúa provoca una herida –de mayor o menor profundidad según los parámetros programados– coagulada por el mismo calor: donde se aplica el láser de CO2 se formará una lesión que re-epitelizará y formará piel nueva una vez se desprenda la costra. Además de poder eliminar lesiones cutáneas mediante este fundamento, el proceso de cicatrización provoca un importante estímulo para la síntesis de nuevo colágeno. Esta característica es la que explica por qué el láser de CO2 es útil para tratar determinadas alteraciones o defectos del colágeno dérmico, como son las cicatrices por acné o el propio envejecimiento cutáneo. Si se aplica un campo fraccionado de láser de CO2, la re-epitelización de la zona tratada se realiza a partir de las columnas de piel indemne que han quedado, por lo que es mucho más rápida, eficaz y con una reducción drástica de las molestias y de las complicaciones. Las columnas de piel impactada miden fracciones de milímetro. de eficacia.
El láser de CO2 fraccionado es una de las terapias más efectivas para tratar el fotoenvejecimiento cutáneo (hiper/hipopigmentaciones, arrugas, descolgamiento) y las cicatrices atróficas (acné) e hipertróficas (quemaduras, cirugías). Cabe remarcar que, aún tras 3 – 6 meses después del procedimiento, se sigue fabricando colágeno nuevo.
Si el láser de CO2 es una terapia tan efectiva para tratar las cicatrices de acné, ¿se utiliza siempre?
No. Pese a su efectividad, el inconveniente principal del láser de CO2 es la formación de heridas y costras que cicatrizarán a lo largo de un periodo de unas dos semanas. Si hay que tratar una área grande, durante este periodo de tiempo las costras son visibles, hay que extremar las medidas de protección solar y normalmente hay que realizar curas con una crema antibiótica y fármacos orales anti-víricos para evitar que las heridas puedan sobreinfectarse por un herpes simple. En conjunto, no es infrecuente que se opte por otras alternativas terapéuticas en función de las lesiones a tratar y de las preferencias del paciente.
¿Cuáles son los resultados del tratamiento de las marcas de acné con el láser de CO2?
En los estudios donde se ha empleando la técnica de resurfacing fraccionado con láser de CO2, con una sola sesión se han obtenido mejorías moderadas en el 46% y marcadas en el 30% de los casos (en una escala como la que sigue: sin mejoría, mejoría discreta, mejoría moderada y mejoría marcada). Por supuesto, cuantos más tratamientos, más elevada es la respuesta. Sin embargo, pese a estos excelentes resultados por sesión, cabe tener presente que el tratamiento con CO2 implica presentar heridas y costras durante un periodo de 5-7 días en la zona tratada (además se puede indicar una profilaxis oral con antivíricos para evitar la sobreinfección por el virus del herpes simple). Asimismo, cuanto más eficiente es la terapia, más agresiva es y por lo tanto más probabilidad de complicaciones (trastornos de pigmentación, eritema residual de meses de duración). Estos son los motivos por los cuales en la actualidad hay cierta tendencia a limitar el uso de CO2 a áreas concretas –cicatrices más profundas– y añadir el láser fraccionado no ablativo en el resto, cuyo resultado es prácticamente el mismo al finalizar el tratamiento (aunque más lento). De esta manera, el periodo de recuperación es mucho más rápido, cómodo y menos acentuado desde el exterior. Tengamos en cuenta, además, que la efectividad es mayor cuando se emplean potencias elevadas con una baja densidad de disparos (puntos donde impacta el láser lo más separados posibles).
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